¿Quién fue el autor de las reformas a la iglesia de Concepción?
Historia de la Misión jesuítico-guaraní de Concepción
Ybituraqua o Ibitiracua se llama la Madre de Dios, Nuestra Señora de la Concepción. Fue fundada en 1618 por el padre Roque González de Santa Cruz. Es importante el hecho que nunca tuvo una relocalización. Maeder señala a Concepción como el pueblo más importante del río Uruguay.
El constructor de la iglesia de Concepción debió haber sido Domingo de Torres (Osuna, 1607; llegó a Buenos Aires en 1636; murió en 1688). Este era un idóneo. Estuvo trabajando en la zona hasta su fallecimiento. La construcción se realizó en la época de la iglesia de San Ignacio Guazú que era de 1684. Por esta época el padre provincial Domvidas (provincialato de 1684 a 1688) dijo que “en las fábricas de las iglesias se atienda a lo más fuerte y sólido ante que a fantasías del arte”. A estos edificios, otro dato de la fecha de su construcción, solo posteriormente se les agregaría la media naranja, una modificación que no se hizo en Concepción. Un indicio de haber sido gestada por estos años es que Azara la caracterizó como de arquitectura inferior. Para nosotros esto quiere decir que fue diseñada antes de la llegada de algunos miembros de la Compañía de Jesús con más posibilidades en arquitectura, o sea más probados en la ejecución de edificios o en escultura.
Para los hechos posteriores Furlong menciona a tres de estos más vinculados con la arquitectura o la escultura vinculados con el templo de Concepción: José Brasanelli (Milán, 1659, ingresó en la Compañía en 1680 y llegó a Buenos Aires en 1690. Murió en 1728. Estuvo activo 1691-1726). Furlong afirma que dirigió la obra de Concepción. Sustersic precisa que estuvo en 1710 en este pueblo hasta 1715. Brassanelli era coadjutor.
Juan Bautista Prímoli (Milán, 10 de octubre de 1673, ingresó en la Compañía de Jesús en 1716, llegó a Buenos Aires el 9 de julio de 1717. Activo hasta 1747). Según Furlong levantó la iglesia de Concepción. No se sabe en qué año estuvo. Era coadjutor. Sostenemos que no era arquitecto sino un muy buen Maestro de Obras.
Furlong también le adjudica alguna intervención en la iglesia de Concepción a Petragrassa.
Ángelo Petragrassa (Pavía, Milán 1656, murió en 1729). Este era sacerdote.
El Padre Oliver comentó que “la iglesia del pueblo de Concepción por el número grande de gente que llegó a tener el pueblo fue necesario hacerla de cinco naves donde toda la gente cupiese”. El pueblo de Concepción tenía en 1710 alrededor de 3600 habitantes, en 1717 la cantidad de 4176 habitantes y en 1733 la cantidad de 5881 habitantes. Era el quinto pueblo en cantidad de habitantes. Suponemos que en este período se amplió el templo y se realizó la fachada con las esculturas en piedra. Es decir que en ese período los tres mencionados intervinieron en la iglesia.
En 1714 había una segunda torre empezada pero se dejó sin terminar. En 1724 sólo se habla de realizar una torre nueva para reemplazar a otra que se derribó. Un memorial de 1725 ordena derribar esa segunda torre “y si fuera necesario las dos” para lo cual se recomienda consultar al padre Ángelo Petragrassa por si hace falta colocar algún estribo. De 1727 y 1731 los memoriales no dicen nada sobre la realización de obras de arquitectura.
La iglesia, según Busaniche, era de cinco naves. Corresponde al tipo de iglesia con estructura de madera. Medía alrededor de 40 por setenta varas. Al frente dos torres avanzaban sobre el atrio que, para él, carecía de columnas. Sin embargo un memorial de 1756 dice “que se ponga mano luego mudar el poste del pórtico de la iglesia que amenazó ruina”. En ningún inventario se menciona la existencia de una media naranja o cúpula.
El padre Joseph Cardiel, en 1763 a cargo del pueblo, pide la venida de cuatro sacerdotes con experiencia y del Hermano Antonio Forcada seguramente para decir sobre el estado de la iglesia. “El Hermano Forcada es menester para resolver algunas dudas con orden a la solidez, duración y seguridad”. Pero no se produjo ninguna obra importante.
En 1784 se describe a la iglesia de cinco naves sobre paredes de piedra y columnas de madera.
Yo pienso que como no tenía media naranja, y era complejo agregarle una, como se hizo en San Ignacio Miní, por eso se le construyó un pórtico más interesante.
El padre Hernández la describe así: “en la fachada se encontraban seis estatuas de Santos dispuestas en dos series escalonadas y ante ellas solía acudir la gente a hacer sus rezos y devociones”. Sustersic la llama “fachada retablo”. Esta es la clave que permite deslindar la intervención de Brasanelli como autor de las esculturas de piedra.
En el caso de Pietragrassa tenemos claro el tenor de su intervención. Sabemos que hubo algunas cuestiones que atender como las torres de la iglesia. Con respecto a Prímoli pensamos que se hizo cargo de la ampliación a cinco naves. Estas atribuciones tienen que ver con la trayectoria arquitectónica de cada uno.
La iglesia de Concepción fue incendiada en 1817. En 1872 todavía se podían ver la fachada, las dos torres y partes de los muros del templo.
Durante 1878 se trazó la delineación de la población actual y se le tuvo escasa consideración a las ruinas del templo. En 1882 las esculturas que había en la fachada fueron derribadas y tiradas al suelo por medio de una cuerda con un lazo. La cruz de hierro que coronaba la fachada se la llevaría al Museo Histórico Nacional.
Es decir que el pueblo de Concepción tiene reliquias suyas en dos museos de Buenos Aires. Algo para pensar.
Recomendamos se tenga en cuenta el memorial de 1749 que dice: “Hágase una buena capilla en el paraje donde estuvo el padre Roque González cuando vino a hablar a estos indios para tratar de su conversión a nuestra fe”.
Por Dr. Norberto Levinton, especial para MTH.