El gran Tito Cucchiaroni y los ultras de la Sampdoria
El astro posadeño ídolo en Italia
Los ultras de la Sampdoria, algo así como la barra brava del equipo de Génova, en el norte italiano, se autodenominan como los “Ultras Tito”, en homenaje a uno de sus jugadores emblemáticos. ¿Quién es ese jugador que se convirtió en el emblema de los hinchas de un tradicional club itaiano? Pues un misionero: Ernesto Bernardo Cucchiaroni, el posadeño “Tito” Chucchiaroni.
Nacido el 16 de noviembre de 1927, Ernesto se destacó desde muy joven como un puntero rápido y luchador, con una gran capacidad goleadora, siempre enfundado en la camiseta del club Bartolomé Mitre, equipo para el que disputó varios torneos de la Liga Posadeña de fútbol.
En una época en la que no existía un fútbol federal como ahora, sino que cada liga jugada su propio torneo, los seleccionados provinciales eran una buena alternativa para mostrarse como futbolista Así ocurrió con Tito, quién a los 19 años fue convocado para vestir los colores de la selección de Misiones en un torneo interprovincial a disputarse en el Viejo Gasómetro, el mítico estadio de San Lorenzo, en el porteño barrio de Boedo. Allí fue detectado por un ojeador del club Tigre, quien recomendó su contratación. Entre 1949 y 1955, Cucchiaroni disputó 139 partidos y marcó 51 goles para el Club Atlético Tigre.
El andar del misionero fue tan destacado, que lo convocaron para la selección nacional que disputó el Sudamericano de Chile, en 1955. Nuestra selección ganaría aquel torneo con triunfos resonantes, como un 6 a 1 ante Uruguay, la segunda mayor goleada ante el clásico rival rioplatense. En la final, y ante 65.000 chilenos, la Argentina se consagró campeona al vencer al local por 1 a 0. Aquel día, la selección formó con: Musimessi - Dellacha, Vairo - Lombardo, Balay, Gutiérrez - Micheli, Cecconatto, Borrello, Labruna y Cucchiaroni, bajo la dirección técnica de Guillermo Stábile.
Esta actuación llamó el interés de un equipo grande, y así Tito fue adquirido por Boca en una cifra millonaria para la época, tanto, que con esa plata el club de Victoria concluyó con la construcción de su tribuna techada. En Boca jugó dos años, con 16 goles en 43 partidos.
Entre medio, fue nuevamente convocado para la selección, con la que disputó y obtuvo los subcampeonatos del Sudamericano en Montevideo y el Panamericano de México, ambos en 1956. En total, disputó 11 partidos con la selección.
Al año siguiente, Tito fue vendido a uno de los equipos más importantes del mundo, el Milan de Italia. En el rossonero tuvo un gran arranque de temporada en un equipo con el que compartió plantilla con Juan Schiaffino y Césare Maldini. Se consagró campeón de la temporada 1956/57 y disputó como titular la final de la Copa de Campeones de Europa (la actual Champions League), cayendo ante el poderoso Real Madrid de Di Stéfano, Kopa y Gento, por 3 a 2. En total, Tito jugó 41 partidos y marcó 7 goles para el Milan, en donde una serie de lesiones lo relegaron.
En 1959 fue transferido a la Sampadoria, en donde protagonizaría una de las historias más curiosas del fútbol argentino. Es que luego de 138 partidos diputados y 40 goles marcados para el tricolor de Génova en cuatro temporadas, Cucchiaroni se convirtió en el ídolo de la afición. Tanto, que en 1969 surgió la primera barra de ultras en el fútbol italiano, la que decidió denominarse “UTC”, que sencillamente significa Ultra Tito Cucchiaroni. Los mismos se ubican en la Gradinata Sur del Estadio Luigi Ferraris y todos los domingos, cuando la Sampdoria juega de local, se observan sus banderas con la frase: “Ultras Tito”.
Luego de su retiro, Cucchiaroni regresó a su provincia natal para dirigir a su querido Bartolomé Mitre. Tiempo después y merced al impulso que significó para el fútbol del interior la creación del Torneo Nacional y los regionales que clasificaban para dicho certamen, Tito fue a dirigir a Guaraní Antonio Franco, en donde conformó el equipo de 1971 que ganó el Regional y que clasificó por primera vez a un equipo misionero al Torneo Nacional. Lamentablemente, Tito no llegó a dirigir a Guaraní en primera, ya que falleció el 4 de julio de 1971. Tenía tan solo 43 años.