...
Alcaraz, Alberto
Columnista MTH

La tercera generación de una elite local

27 Abril 2021 15:26 General
Posadas Yerba Mate Producción Economía Trabajo
Product Image

Domingo Barthe

...
Inmigración “espontánea”y explotaciones de obrajes en el Territorio Nacional de Misiones.

En la década de 1890, Posadas era el mayor centro poblacional consolidado en el Territorio Nacional de Misiones, resultante en gran medida del proceso de “inmigración espontánea” que había comenzado décadas atrás. En la historiografía misionera se ha bautizado como inmigración espontánea al proceso de ocupación territorial sin planificación o promoción oficial del Estado para atraer a los nuevos pobladores, fenómeno que tuvo mayor fuerza en la zona Sur y en gran medida acaparó al movimiento de ocupantes provenientes de países limítrofes.

 La mayoría de sus habitantes se dedicaba a actividades derivadas del frente extractivo y las comunicaciones fluviales por el río Paraná facilitaba el asentamiento de instituciones estatales
vinculadas al control de la frontera
. Para ese fin, se habilitó una oficina de la Subprefectura Marítima que comenzó a operar con destacamento propio desde el año 1882 debido a que con anterioridad, la represión del contrabando y la vigilancia de las costas estaban  a cargo de una subprefectura local.

El incremento de las actividades en la zona del puerto obligó a la construcción de obras complementarias que apuntaban a mejorar los servicios. El incremento de la población, sumado a la creación de nuevas dependencias nacionales y el estímulo a los incipientes proyectos de colonización en el interior durante el gobierno del Dr. Juan Balestra (1893-1896) propició la creación de la Mesa de Tierras bajo los designios de la Gobernación que a su vez elevaba informes a la Oficina Topográfica Nacional, dependiente de la Dirección de Tierras y Colonias de la Nación que funcionaba con una oficina local junto a una escribanía de gobierno para la escrituración de los títulos de las tierras.

A once años de finalizada la Guerra de la Triple Alianza, Alejo Peyret (1881: 49) afirmaba que Posadas “en belleza de los edificios y en la riqueza de las tiendas, casi rivaliza con Corrientes, aunque esta tenía tres siglos de existencia”. Al mismo tiempo un ·sector social – la “elite local” – acrecentaba su influencia en los ámbitos del poder político local y acumulaba capital económico gracias al comercio y la explotación de los obrajes.

Los nuevos pobladores contribuyeron significativamente  a la organización de la sociedad posadeña en la década de 1890, algunos de esos inmigrantes ocupaban cargos relevantes en la burocracia de la administración política local, en particular un grupo de procedencia francesa, aunque el número de emigrados de esa nacionalidad no era muy importante en comparación al aporte de otras nacionalidades. Algunos emigrados de esa colectividad se destacaron tempranamente y sobresalieron algunas personalidades como Marcelino Bouix, Francisco Foulliand, José Robert de Blosset, Emilio Poujade y Domingo Barthe entre otros.

Desde principios de 1890 las sucesivas gestiones del Concejo Municipal intentaron llevar adelante una serie de obras públicas tendientes al mejoramiento de los servicios e infraestructura para hacer frente al incremento del volumen de las actividades económicas. Sin embargo, hasta 1892 la municipalidad prácticamente carecía de recursos y la recaudación era tan insignificante que no alcanzaba para la compra del kerosén del alumbrado público; los impuestos de patentes, inmuebles, impuestos de tablada, limpieza y de comercio no existían, incluso los terrenos municipales se entregaban gratuitamente a los efectos de fomentar el asentamiento de nuevos pobladores por lo que la mayoría de las obras proyectadas en esos años fueron concretadas recién en el transcurso de la primera década del siglo XX y representaron mejoras sustanciales para la ciudad.

El influjo de las actividades económicas extractivas fue decisivo en el desarrollo de la prosperidad de Posadas y bajo sus estímulos se construyeron los primeros molinos para procesar yerba mate120. La industria y el comercio de esa actividad tuvieron gran dinamismo desde el arribo de los vivanderos que acompañaban con sus carretas a los ejércitos aliados en la avanzada e instalaron sus tiendas de proveeduría que dieron paso a la formación de las primeras empresas que financiaron expediciones de exploración en busca de yerba mate en la posguerra. El auge de la actividad, imprimió mayor magnitud a tales emprendimientos a medida que acumulaban capitales gracias al comercio y el mercado compensaba los desembolsos iniciales originados por la exploración.

En ese contexto, algunos inmigrantes -particularmente los de origen francés-   lograron alcanzar un importante éxito comercial y obtuvieron influencia en el poder político en distintas esferas y se transformaron en referentes de su comunidad de origen a la vez que eran reconocidos por el prestigio social de haber montado importantes empresas y defendiendo sus intereses construían y consolidaban poder e influencias, tal fue el caso del poderoso empresario Domingo Barthe.  La nueva situación que vivía el país probablemente requería de fuertes lazos identitarios o de intereses comunes para la constitución de una fuerza en representación de sí. Esos elementos tal vez fueron proporcionados por los intereses económicos que forjaron lazos comunes y estimularon al nacimiento de un entretejido de relaciones comerciales y parentales que derivaron en Misiones en la conformación de una “élite local”.

Por Dr. Alberto Alcaraz, especial para MTH.

Domingo Barthe fue el representante más destacado de la colectividad francesa en Posadas  y a la vez el mejor representante de la tercera generación de la elite local misionera.

 

Para más datos véase:

ALCARAZ, Alberto Daniel. (2019). La empresa Domingo Barthe: Extractivismo yerbatero-maderero en la frontera Alto Paranaense (1870- 1930). Disponible en: https://www.prometeoeditorial.com/busqueda/QWxjYXLDoXosIEFsYmVydG8gRGFuaWVs

Fuentes:

PEYRET, Alejo. Cartas sobre Misiones. Buenos Aires, Imprenta Tribuna Nacional, 1881.

|